«Hope For Harmony» es el álbum de solos de piano de la compositora y pianista Kathryn Toyama, con composiciones originales realizadas y registradas en la soledad. Su música ha sido descrita por Solo Piano Publications como «apasionada y serena» «un estado de tranquilidad intensa». Pero para ella, el arte de la composición musical no se desarrolló del modo más convencional o idílico. No fue hasta que fue capaz de «quitar la de piedra «, y descubrir el arte de componer su propia música.
Como resultado de la catarsis personal y del camino tortuoso del viaje de la vida, su música se ha convertido en un camino espiritual de esperanza y armonía para cada individuo y que envuelve en una paz mundial. En las palabras de la artista, «Mi esperanza es que musicalmente despierte la solidaridad espiritual que nos une a todos, y para inspirar a las relaciones positivas a través de la interconexión humana.»
Desde la primera infancia, la música ha tenido un efecto poderoso sobre ella, y la madre de Kathryn dice que, ella siempre podría confiar en la hermosa música para acallar sus llantos; ella se sentía muy tranquila cuando la música llegaba a sus oídos.
Cuando Kathryn comenzó a tomar lecciones de piano a la edad de 9 años, ella ya tejía su propia melodía con los apuntes y encontró restrictivo respetar los límites de compases, ella a menudo confiaba más en sus oídos que en la lectura sin preparación. A pesar de su espíritu desafiante y creativo, su madre encontró un concertista de piano que preparaba a sus estudiantes para la competición de piano, y hoy ella está agradecida del aquel trabajo de escala riguroso. Sin embargo, debido a la presión constante para competir y funcionar con tanta precisión a la estructura inflexible de partituras, ella había perdido todo el deseo de tocar y lo abandonó a la edad de 16.
Después de casi 25 años, ella finalmente volvió al piano para la catarsis. Con un despertar espiritual renovado y la era digital ahora que ofrece a músicos un mundo privado por auriculares, su lado creativo se sintió cómodo para resurgir. Hoy, ella tiene la libertad de componer la música desde su corazón como una ventana abierta al Universo.
Habiendo llegado al punto de partida, Kathryn dice en sus palabras, «Me siento bendecida y honrada por la oportunidad de dar a conocer a través de mi viaje personal de la esperanza, la angustia, la sanación y la fe. Siempre se puede elegir un camino más pacífico para relacionarse entre sí. Cualquier forma de violencia es una fuerza devastadora, pero las guerras continúan en nuestras vidas cada día, personalmente y en el mundo. Mi deseo es que a través de mi música, la armonía de alguna manera puede ser inspirado, que al contactar con el corazón y dejar ir nuestro ego, una nueva comprensión podría evolucionar, para que podamos aprender a respetarse mutuamente, a pesar de nuestros miedos, las diferencias o creencias, y, finalmente, dejar de la necesidad de ser «correcto» – porque, después de todo, unidos como una sola familia de la humanidad.
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