Wishful Thinking es la presentación del pianista y compositor polaco-jordano Samer Fanek, un debut majestuoso donde el piano y la orquestación juegan a unos niveles altísimos y cuentan con una producción exquisita a manos del ingeniero Alex Sterling. Similar a una de sus grandes influencias, Yanni, el pianista presenta el álbum con trece composiciones contundentes donde las cuerdas representan el ímpetu y el piano la armonía y la sensibilidad.
“Wishful Thinking” abre el CD. Con un comienzo melódico y delicado, el piano va in crescendo, dejando paso a sintetizadores y cuerdas que van tomando el relevo hasta conseguir un clímax romántico y prodigioso. Si el tema principal marca el carácter general de este debut, las sensaciones serán estupendas.
Con algo de más serenidad y madurez se presenta “Universe”. Synth pads y baterías cargan a la composición de una notable fuerza que se ve incrementada por el surgir del sonido de la guitarra eléctrica. ¡Brutal!.
“Freefall”, como las dos anteriores, posee un comienzo profundo, relajado, hasta que va haciendo aparición la orquesta. Es entonces cuando suponemos qué nos vamos a encontrar… La música se transforma nuevamente, pasando de un estado de quietud a otro totalmente esplendoroso. En “Freefall” es facilísimo descubrir a Yanni. La producción es calcada.
Con magia se presenta “Un Cuento de Hadas (Fairytale)” una pieza que recuerda con mucha fuerza a “Felitsa”, uno de los éxitos de Yanni. “Fairytale” cuenta con una producción extraordinaria.
Nuevamente la grandiosidad acompaña a un piano melancólico, oscuro. Siempre la introducción la realiza el piano, esperando que la orquesta sea quien tome el relevo para dejar al oyente sin aliento. En este caso no es diferente; “Lost Waltz” al compás de un romántico y oscuro baile se va abriendo paso el piano, mientras la orquesta va tomando terreno.
“Ready to Go” es alegre, con un comienzo totalmente diferente a todo lo escuchado con anterioridad. En esta ocasión el piano toma las riendas y nos regala una melodía alegre que sigue con fuerza la orquesta. “Ready to Go” es pura vitamina, fuerza y energía.
Como un lamento surge “Left Behind”. Los violines y el resto de la orquesta magnifican el dolor que en un principio mostraba el piano en un in crescendo sobrecogedor. Volvemos a disfrutar de una producción calcada al músico griego.
Realmente es interesante el piano de Fanek, de hecho, debería dar mucho más protagonimo a su piano que a la superproducción orquestada. “Fantasy” es un gran ejemplo, posee un piano introductorio exquisito, pero se va enmudeciendo con la aparición de la orquesta. No obstante, es un grandísimo tema.
Es posiblemente la composición más íntima del álbum, aunque conservando el estilo habitual del mismo. “Desperation” es posee menos orquestación que el resto de tracks pero son suficientes para ofrecer al tema una profundidad y una pasión inefables.
En “Escape”, de alguna manera, suena muy artificial los instrumentos. Se aprecian que la mayoría de ellos son sintetizados. A pesar de ello, una gran producción.
“Remember Me” es nostalgia pura, un toque de melancolía pero sin un ápice de tristeza. La orquesta y las notas altas del piano nos regalan coloridos recuerdos, breves, pero intensos. Magistral.
Regresando al poderío y a la tensión surge “Exhibition”. Un pieza que irradia energía y luz, pero con una melodía muy repetitiva en casi cuatro minutos.
Wishful Thinking finaliza con “Finding Closure”. Esta composición, grandiosa como el resto, deja un final muy cerrado a un álbum que tiene como objetivo sorprender gracias a una producción brutal.
[quote_box_center]En cuanto a la producción, la influencia de Yanni es más que notable, de hecho en exceso. Con menos tracks y unas melodías más elaboradas, estaríamos hablando de uno de los mejores álbumes del año, sin lugar a dudas. Samer Fanek, pese a su juventud, ha creado el debut del año. Wishful Thinking es grande, en ocasiones, poderoso.[/quote_box_center]
reviewsnewage.com
16/04/17