Las producciones de Imaginary Roads inundan la New Age. En esta ocasión se presta el pianista neoyorquino Joe Heinemann a que el ganador del Grammy, Will Ackerman, dé forma a las composiciones que completan Gratitude, su primer trabajo. Gratitude se define por poseer un tono nostálgico e introspectivo.
El álbum se presenta con “Lenape”, pieza que marcará el carácter general del álbum. Un piano apesadumbrado, muy triste, se acompaña por cuerdas que le ofrecen un fondo oscuro y doloroso. Oscuro comienzo, pero interesante.
“Enduring Hope” cambia ligeramente el tono a algo más esperanzador, más amable. Los acordes, muy cuidados y delicados, surgen con pesadez mientras el pianista arranca con su derecha una melodía entrañable.
Un guiño al género clásico. “For Satie” realiza un fugaz paseo por las notas de Erik Satie y su estilo introspectivo y pausado… Momentos de reflexión.
Algo más movido y alegre se presenta “Sea Dream (Away)”. Con una interesante y repetida combinación de notas para la diestra, Joe alterna esta melodía con el sonido del cuerno inglés. Como siempre, un sonido sorprendente. “Sea Dream (Away)” es agradable, intensa, bellísima.
“Sign of Spring” está creada para cerrar los ojos y sentirla. Jugando con los silencios y con la sencillez de las notas altas, Joe nos regala unos instantes de relajación y evasión.
La tristeza tiene su momento en Gratitude. “Longing” muestra el dolor, la melancolía gracias a notas afligidas, de fluir pesado.
Continuando con los sueños, y siendo la tónica general de Gratitude, el pianista parece improvisar “Solace”, composición que tiene como melodía una música abatida, pero al mismo tiempo relajante.
Con “My Song (Carried Along)” Gratitude se torna por unos instantes romántico, interesante y más complejo. El piano de Joe Heinemann se une a un profundo chelo y a un cuerno inglés poderoso, formando un trío idóneo. Posiblemente la mejor pieza del álbum. ¡Fantástica!.
“Gratitude”, tema que da título al CD y una de las piezas más emocionantes del álbum. A pesar de su lentitud, la melodía tiene un fuerte poder nostálgico y sus notas brindan el embrujo de una buena composición… ¡Perfecta!.
Como un susurro aparece “Golden Waves”, un tema muy lineal y repetitivo que se hace relajante, apacible, perfecto para desconectar y dejarse llevar. Es nuevamente un guiño a la evasión más absoluta.
Gratitude se clausura con “Late At Night”. Otra obra Maestra apoyada en lo magníficos silencios, los sentimientos, las sensaciones… “Late At Night” está interpretada con el alma, dejando Joe una gratísima sensación de paz al oyente. ¡Realmente magnífico!.
[quote_box_center] Aunque falta complejidad en la composición, el pianista Joe Heinemann se apoya con talento en los instrumentos que Ackerman le ofrece. Gratitude muestra un piano sencillo, en ocasiones en perfectísimo dialogo con el silencio, lo que lo hace un álbum muy interesante y donde realmente podemos encontrar atractivas melodías.[/quote_box_center]
reviewsnewage.com
14/09/16