En la práctica de actividades de relajación como Yoga o Reiki, una música interpretada con flautas, suaves vientos y percusiones étnicas es de lo más habitual; en algunas ocasiones, los propios músicos se arriesgan a sumar a la producción teclados y sonidos electrónicos, pero no es lo usual. Lo nuevo del teclista Russell Suereth es de es de esos pocos proyectos étnicos que se adentran en la suave electrónica y con éxito. Spiritual Haven se compone de doce cortes que forman un todo, donde teclados, pianos y diferentes synth se agrupan en una música placentera, relajante.
“A Magic Flight” marcará el comienzo de un extensísimo track compuesto por las doce piezas del CD, donde el oboe, como instrumento predominante, se acompaña con otros instrumentos sintetizados y teclados, fundando une una música hipnótica y misteriosa.
Una de las grandes piezas del CD es “Distant Voices”, donde también intervienen sonidos de la naturaleza. La peculiar percusión, ya disfrutada antes, sirve de melodía a los diferentes vientos y sonidos de la noche que van surgiendo… ¡Qué descanso!.
“Glimmer of Light” es sencillamente lo mismo que los tracks anteriores, siendo parte de ése track de larguísima duración. Pocas variaciones encontramos en él.
Algo más diferente, pero no en exceso, es “Night Dances”, donde Russell evita usar instrumentos o sonidos más intensos para evitar romper el estado de quietud que sugiere el título del track.
Más étnico, usando instrumentos más de la world Music, el artista mantiene la misma melodía, tempo, y casi misma producción que en los tracks anteriores. El misterio y desconcierto continúa con “Swirling Spice”.
El canto de aves se suma a la melodía repetitiva y conocidísima de Suereth. “Nightingale Rushes” es algo más radiante, a pesar de contener el mismo orden de notas. Es como una mañana soleada en un amplio y verde prado.
Dejando un poco apartada la melodía, el artista se centra en los instrumentos. “Notions Astir” mezcla varios instrumentos sintetizados en el teclado, creando un batiburrillo de melodías bien ordenadas.
Un cambio muy esperado, al menos a cuanto instrumentos. Un nuevo sonido aparece en “Sudden Awareness”, aunque el resto se mantiene totalmente inalterable. Ha sido sólo el comienzo.
Con enigma y reserva, aparece “Red Moon Calling”, un tema que durante algunos segundos recuerda a algún extracto de Mike Oldfield y su álbum Tr3s Lunas.
Le sigue “Red Moon Rising”, otra pieza cercada por el misterio y la linealidad. La ausencia de cambios es sedante.
La archiconocida melodía regresa en “Realization”, una conjunción de notas, que tras escucharla tantas veces, resulta hermosa, relajante, inspiradora.
El cambio más significativo lo encontramos en la última pieza del álbum, “The Village Breathes”. Combinando siempre lo mismo instrumentos, pero alter5ando su orden y notas, nace esta última composición, lo que ofrece un respiro muy positivo a los oídos.
El MIDI poco se usa ya, y la poca variación melódica y productiva no es el talón de Aquiles de Spiritual Haven, pero a pesar de todo esto, el teclista Russell Suereth ha dado vida a un álbum muy diferente a todos aquellos orientados a la práctica de la relajación o la meditación. El uso de teclados y el abuso de la misma producción y melodía, hace que nos encontremos ante un track muy extenso, cuya finalidad es alcanzada y con creces; la relajación más absoluta.
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05/007/15