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Nos dejamos sorprender con la magia y el ritmo de Voyage, el segundo álbum de estudio de la banda puertorriqueña, Tarah, formada por los miembros: Juan Carlos Ferrer y Francisco Guzmán a los teclados, Yabey Marcano a la batería, Rubén Amador en la percusión, Jesús Roure y Richie Ruiz frente a las guitarras, Charles Figueroa al bajo y Frank Torres al violín. Tarah comenzó su andadura hace quince años, y desde entonces no han dejado de pisar escenarios, compartiendo algunos de ellos con estrellas de talla internacional; el pasado año junto al trompetista Christ Botti.
En este nuevo trabajo, encontramos trece admirables cortes, poseedores de una energía fascinante y con una interesante mezcla de influencias del género como son Yanni, Arkenstone o Mannheim Steamroller, pero siempre aportando ése calor latino que sólo ellos consiguen, y que hacen que la escucha sea siempre auténtica y radiante.
El viaje comienza con “Marching North”, y desde este momento hasta el final del álbum apreciaremos una calidad producción que toma un camino in crescendo y a pesar de todo, de grandísima calidad. “Marching North” marcará el carácter general del CD, donde rítmicos teclados, guitarras y otros instrumentos completan una música intensa y risueña.
Más misteriosa que “Marching North” surge “Conversations”, con una entrada space music y fuertemente New Age. “Conversations” va tornando su música de una forma casi inapreciable, donde el piano, en la zona más alta, mantiene un calmado dialogo con el violín. Es un paréntesis para nuestros oídos…
Fuerza y gloria se manifiestan en “Endless Dreams”. Cristalinos sonidos ochenteros acompañan a una música repleta de arrojo, simplemente magnífica, sencilla, pero de un furor que llega. La producción es impecable, dando protagonismo prácticamente a todos los instrumentos de la banda; violín, teclados, guitarras… Todos tienen algo que decir en “Endless Dreams”. Un verdadero deleite para los sentidos.
“Spanish Summer” no tenía otra forma de comenzar. El sonido desnudo de una guitarra clásica sirve de introducción a una música, nuevamente, llena de compás y temperamento. “Spanish Summer” tiene una influencia muy fuerte con respecto a Yanni, calcando hábilmente la producción del griego, pero en absoluto esto es un problema. El resultado es grandioso, un tema con mucha vida.
Reservada introducción “Island Treasures”. Surge por primera vez el sonido del Hammond, lo que ofrece un cuerpo muy particular a la música. El violín es la estrella en otro tema cuya producción resulta muy familiar, pero eso sí, integrando en la misma el vivificante calor latino. Interesante tema, pero no de las mejores.
“Illusions” es una de las producciones más reflexivas del álbum. Guitarra eléctrica de distorsión cuidada y piano, juntos como dúo de introducción, van aumentando su denuedo en un tema que por primera vez, aparta las activas percusiones, dejando al oyente inmerso en un mar de hermosas melodías, escasa de variaciones. Placentera música, de grandiosa producción.
En una primera impresión, se aprecia Kitaro, pero es durante unos segundos. “The Journey” vuelve al ritmo al que nos tiene acostumbrados Tarah. “The Journey” es una muestra de destreza frente a los teclados, las guitarras, el violín y el bajo. Es un tema que sirve perfectamente como presentación de los diferentes componentes de la banda. ¡Me gusta!.
Juguetona introducción en “What Happened”, pieza que recuerda ligeramente al Santorini de Yanni en una producción menos ostentosa. Es una de las piezas menos atractivas del álbum, y no por su ritmo, bastante bueno. “What Happened” acude en demasía al corte o rotura del tempo, lo que se hace demasiado monótono para el oído. Quizás una melodía más trabajada hubiera ayudado a captar el interés del oyente, que durante el comienzo lo consigue.
“Images in the Sky” vuelve a darle protagonismo al piano, que se recrea en la zona más alta. Batería y percusión marcan el vertiginoso ritmo a una música creada a partir de teclados, siendo el Hammond la maravilla, aportando un toque de fusión/jazz.
“Bolero”, como un guiño a las raíces latinas de la banda, es otra de las piezas amables de Voyage, donde sí se aprecia claramente y por primera vez la percusión. El piano es el encargado de dar el toque romántico al tema.
Regresamos a las producciones más interesantes de Voyage. “Fire in the Wind” es de un carácter totalmente diferente a las piezas escuchadas anteriormente, y se agradece. Es lo que estaba buscando. “Fire in the Wind” vuelve a darle fuerza al piano, pero es la producción conjunta de los instrumentos lo que ofrece el verdadero encanto al tema. Esta vez sin el ritmo repetido de la percusión. ¡Genial!.
Aires orientales con “Signs of God”. Sonidos nuevos y realmente interesantes de teclados abren el tema, un tema más profundo y enérgico que los últimos disfrutados, y aunque le falta gancho en la melodía, se contrarresta con una producción de lo más interesante y donde el violín realiza unas entradas sumamente asombrosas.
Cerramos Voyage con “Daydream”, un tema a medio camino entre el New Age y el Smooth Jazz, donde de nuevo, la banda se recrea en cada instrumento; violín, guitarra o piano, son los encargados de crear solos improvisados entre la sutil percusión.
Grandísimo álbum Voyage, de los pocos que han conseguido llevar el género New Age a un extremo tan cálido y rítmico. Con Yanni muy presente en la producción, este nuevo trabajo de la banda Tarah puede presumir de ser uno de los trabajos más luminosos recibidos en RNA, y aunque se echa de menos composiciones más trabajadas y variadas, bien es cierto que estamos ante un álbum de lo más interesante, colmado de vida, capaz mantener las ansiedades de los oyente bien alejadas. Cálido, enérgico y resplandeciente, calificativos que definen a la perfección a Voyage, el último proyecto de Tarah.
reviewsnewage.com
24/02/15