2013
50.2 minutos
Una interesante amalgama de estilos se mezclan en Equilibrium, el último álbum del compositor onubense Moisés Daniel. Compuesto por doce cortes, en Equilibrium encontramos una suave fusión de epic music y New Age, muy al estilo de Arkenstone, pero ofreciendo más inclinación sobre el género que encabezan Thomas Bergersen o Jo Blankenburg.
El álbum se presenta con “Open Skies”, el track más étnico del álbum, donde los instrumentos orientales prevalecen e interpretan una seductora música, repleta de calidez. Un comienzo muy acertado para el álbum. Atrapa.
La epic music hace aparición. “Liberty”, constituida por cuerdas y vientos, es de esas piezas que irradian coraje y entusiasmo, y aunque con sus apenas dos minutos y medio, “Liberty” consigue ser uno de los temas más atractivos del CD.
“Atlantic” es más reservada al comienzo, mostrando una melodía amable y encantadora. Continuando con la música orquestal, perfecta para la gran pantalla, “Atlantic” posee una melodía que, con perspicacia, establece un in crescendo que consigue descubrir una historia perfecta, con principio, trama y final. Me gusta.
Misteriosa, apagada, así es “Fragile”, un tema que recuerda a la New Age que nos presentaba hace años el griego Yanni. Dejando aparcados las cuerdas, Daniel acude a los sintetizadores y teclados para dar vida a una de las composiciones más atractivas de Equilibrium. Sin duda, éste es su fuerte.
“The Texture of Love” tiene al piano y al chelo como principales instrumentos en una música melancólica y pesada, muy diferente a lo escuchado hasta ahora.
Nuevamente contamos con un toque étnico, world music, esta vez para la pieza “Camino”. Relajada y con ligero toque esperanzador, el tema transmite arrojo a pesar de poseer un tempo mimado. “Camino” es una de las grandes del CD.
Jugando con los estéreos y los sonidos (algo que personalmente me fascina), Moisés presenta “Not So Fragile”, posiblemente la composición más íntima del álbum, donde un teclado de notas brillantes se ve acompañado por sintetizadores y sinfónica.
Entrañable y frágil, “Blue Lagoon” se abre paso, y aunque el piano se repetitivo, su melodía es hermosa, arropadora.
Una de las sorpresas de Equilibrium la esconde “Adagio for Choir”, donde por primera vez, un grandioso coro de voces deja sin palabras al oyente. Es de las pocas composiciones donde se percibe un trabajo mucho más elaborado y no sólo en la producción, la composición es magnífica.
“Prelude (For my son Daniel)” es otra de las obras personales del álbum. Dueña de ímpetu y pasión, Moisés compone otra gran pieza donde las emociones surgen al paso de cada acorde.
“Take my Hand, I Have Fear” es el tema que todos esperamos oír en un álbum de epic music, a la altura de composiciones de Two Steps From Hell, es la pieza con más furia y cuerpo que encontramos en el álbum. Una gran orquesta, un grandísimo coro, y una melodía muy cuidada. ¡Genial!.
Cierra Equilibrium “Zimmeriada”. Curioso título, por cierto. El álbum rubrica su final con una obra muy apropiada para una superproducción de Hollywood, donde sinfónica y teclados se unen para crear una trepidante pieza repleta de mucha acción. ¡Buen final!.
Como todo buen libro o película, lo mejor está al final, y Equilibrium no podía ser menos; las dos últimas composiciones son grandiosas. Equilibrium es rico en variedad de estilos, y aunque le falta gancho a carácter general, es cierto que estamos ante un trabajo muy interesante, de una producción notable. Desde hoy, seguiremos muy de cerca la carrera de éste productor y compositor onubense.
reviewsnewage.com
22/01/15