Tim Neumark
2014
46.4 minutos
Storm es el último álbum del pianista norteamericano Tim Neumark, el quinto en su colección y un trabajo al que el título le viene como anillo al dedo. Storm sorprende por su carácter abatido, comprendiendo doce cortes en los que el dolor, la nostalgia o el desaliento son algunas de las emociones que alcanzamos apreciar con la escucha de este nuevo CD.
Storm comienza con “Anticipation” una de las composiciones con más pasión que podemos disfrutar en el álbum. Con unos enigmáticos segundos, la música se va tornando enérgica, furiosa. Es la pieza más atractiva de Storm.
Con un título como “Ice” ya podemos imaginar cómo será la música que nos espera. El típico arpegio de notas usadas hasta la saciedad por los pianistas del género New Age vuelve a aparecer en este tema. Algo que ya empieza a ser molesto. Introducción muy parecida a las usadas por McLaughlin (Perseverance) o Wesley (Far and Away) para un tema muy amargo.
La nostálgia tiene su huevo en Storm. “See You Soon” no es un leve rayo de esperanza entre tanta oscuridad, mostrando una música más cálida, más amable. Un respiro.
Siguiendo con la añoranza surge “Setting Sail”, una pieza donde las manos juegan con los acordes manteniendo una profunda melodía, que aunque repetitiva, es soñadora, liberadora.
Con ligera rabia, muy comedida, Neumark interpreta “Stolen”, una composición que dejar ver dolor y aflicción a base de profundos acordes y sentidas notas… Es fácil imaginar el rostro del pianista al interpretar esta pieza.
Otra de las piezas a destacar en Storm es “Transitions”. Rápida, intensa y con mucha pasión, el pianista interpreta una de las composiciones más potentes del CD. Las manos de Neumark recorren el teclado para dar vida a una melodía de gran alcance y contundente. Una de mis preferidas.
“Meditation: Calm” es la pieza perfecta tras “Transitions”. Nacida básicamente en la zona más baja del piano, la música asciende al subconsciente del oyente con un liviano baile de notas, consiguiendo crear el contexto perfecto para la reflexión, para el descanso. Pura dulzura.
La pieza que da título al álbum es misteriosa y entrañable al mismo tiempo. Sin una melodía definida, la música es un vaivén de emociones, mezclando momentos de intensidad y locura con otros que son una verdadera delicia. Interesante tema.
En ocasiones, la espera se hace larga, un castigo, en otras, es una espera ansiada y dulce. Tim refleja ambas emociones en un mismo tema, fusionando a la perfección los diferentes sentimientos. “Waiting” es de las composiciones más hermosas, más sentidas, del CD. Una de las mejores.
“Adrift” es la conmoción de sentirse perdido, de navegar sin rumbo por una vida que en muchas ocasiones no se entiende. En “Adrift”, el pianista se deja llevar por esa sensación de improvisación, aventurándose en los límites de la partitura y dejando que la música fluya a través de sus manos.
“Forgiveness” es minimalista en ciertos instantes y dulce en otros. Aprovechando la fragilidad que aportan las notas más altas, Neumark da vida a una melodía quebradiza, lo que ayuda sin lugar a dudas, a dar fuerza al título. La más sincera súplica de perdón.
Cierra el álbum “Peace”, composición que continúa con el carácter del tema anterior, pero que jugando con las pausas y los silencios hacen que sea una música muy personal, capaz de llegar con fuerza al oyente.
Aunque le falta muchísimo gancho a Storm, este quinto trabajo del pianista Tim Neumark no deja de ser un álbum muy íntimo, perfecto para aquellos momentos en los que las emociones, buenas o malas, están a flor de piel, convirtiéndolo en una banda sonora idónea para momentos de reflexión.
reviewsnewage.com
06/11/14