Presentado el 11 de junio de 2013 en el Teatro Real de Madrid, dentro del calendario de eventos conmemorativos del “Año dual España-Japón”, la pianista y compositora japonesa rinde homenaje al primer diplomático japonés enviado por Japón a España, Hasekura Tsunenaga. Sonata Samurai es una sonata compuesta por cuatro movimientos de larga duración que narran en forma de musica el viaje del japonés por tierras españolas. Con cada movimiento, Kawakami pretende representar el estado de ánimo del viajero, así como la acción de cada momento.
La primera composición lo dice todo tan sólo leer su título, “Guadalquivir”. Después de enfrentarse a un largo viaje por el océano, Tsunenaga sigue a contracorriente el río Guadalquivir divisando desde su barco todo lo que acontece en sus orillas. Kawakami, interpreta una música aliviada, delatora de las increíbles vistas que asombraron al viajero.
“Tsukinoura” es el lugar de despedida, donde Hasekura Tsunenaga, solo, con sus pensamientos y divisando el mar maduraba sobre el largo y peligroso viaje que le aguardaba. La música en este movimiento es íntima, muy personal en el primer fragmento. En el cenit de la pieza Mine realiza una magistral interpretación (estilo antes encontrado en el piano de Dorantes), donde golpea con fuerza las teclas del piano. Una muestra del miedo del peregrino.
“Matsuri” es la celebración de los descubrimientos. En su viaje, Tsunenaga descubre nuevos estilos de vida, y una religión antes desconocida. Todas estas nuevas experiencias podrían ser comparadas a un shock para el viajero y así lo deja ver Kawakami con su piano, recorriendo con desesperación el teclado, creando una música estridente, casi llegando a la locura, hasta finalizar en un remanso de paz, de aceptación.
Se cierra la sonata con el tema oficial del Año dual España y Japón, “Espíritu”. Después de toda la acción, y aunque breve en cuanto a composiciones, Mine realiza un final sorprendente. Mezclando técnica y musicalidad, la pianista revela con sus manos parte del viaje de Tsunenaga.
Con tan sólo cuatro composiciones, pero con más de cuarenta minutos de música, es fácil imaginar las sensaciones que invadieron a Hasekura Tsunenaga en su largo viaje, y todo gracias a un piano con vida propia, un piano que se hace un excelente narrador en las magistrales manos de Kawakami. Podríamos afirmar sin recelo que Sonata Samurai es la banda sonora oficial de aquel acontecimiento único fechado hace ya cuatrocientos años, un hecho que marcó la historia de España, Japón, y de nuestro Guadalquivir.
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24/12/13