Escuchar melodías suaves y a buen volumen, disminuye la presión arterial y las respuestas de miedo.
La música es uno de los mejores pasatiempos que existen, para la relajación o la concentración se convierte en una herramienta única, por el contrario, se ha demostrado que trae múltiples beneficios a la salud emocional y física de los seres humanos.
Escucharla, provoca estímulos cerebrales que activan una complicada cantidad de reacciones, las cuales, influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, reducir el estrés o la sensación de fatiga y la ansiedad, entre otros aspectos..
Todos estos beneficios se dan gracias a la profunda estimulación a nivel cerebral que provoca cada una de las ondas musicales, independientemente de los gustos de cada persona.
Pero, si además de ser sonidos estimulantes, son del agrado del oyente, el cerebro manda de manera inmediata sensaciones de placer y bienestar por medio de la segregación de dopaminas (placer y satisfacción) y endorfinas (bienestar).
Ejemplo claro de esto, es el buen humor de las personas que inician su día escuchando música en sus lugares de trabajo y cambian la actitud de los que no lo hacen. Escuchar música de género clásico o estimulante, ocasiona que el oyente vea las cosas de otra manera, en la mayoría de los casos, de forma positiva, lo cual lo motiva a realizar sus actividades de manera menos tediosa y más efectiva.
La música también contribuye en el aspecto físico y social. Algunos puntos a destacar son los siguientes:
- Ayuda a acelerar la cicatrización de las personas que tuvieron una intervención quirúrgica.
- El cerebro, se sensibiliza con la música estructurada como la clásica o la estimulante. Esto, independientemente que al individuo le guste o no esté género.
- Un estudio confirma que la música es como un gimnasio para el cerebro, ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del órgano.
- Escuchar ritmos que no son del agrado de las personas, por un largo tiempo, activa las hormonas que generan el estrés.
- Para dormir o relajar, es una buena herramienta escuchar sonidos clásicos, new age, lounge, o de naturaleza.
- El cerebro puede detalladamente escuchar ondas musicales y hacer cualquier otra actividad, sin complicaciones.
- Escuchar melodías suaves y a buen volumen, disminuye la presión arterial y las respuestas de miedo.
- La canción “Storms In Africa”, de la cantante Enya, es una de las más utilizadas en pediatrías de muchos países. Reduce la angustia en el comportamiento de los niños que a aquellos expuestos sólo al ruido de fondo del hospital.
- – Escuchar música con los ojos cerrados aumenta notoriamente su efecto sensorial.
Buscar el equilibrio físico y mental es una tarea diaria de los seres humanos. Encontrarla en los diversos elementos que tenemos al alcance como es el caso de la música, es la opción ideal para tener una vida mucho más saludable.
Os dejamos un playlist que seguro beneficiará tu salud emocional y física. Disfrútalo!.
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