En los últimos doce años, ninguna banda tradicional irlandesa ha tenido un impacto tan grande en todo el mundo como Altan.
Con sus premiadas, elaboradas y exquisitas grabaciones, que se mueven entre el dinamismo de las viejas canciones irlandesas y la sensibilidad de sus originales composiciones, Altan ha lanzado a su audiencia desde Donegal a Tokio o Seattle gracias a sus conmovedoras y dinámicas actuaciones. En todo momento, se ha llevado a cabo el compromiso inquebrantable de llevar la belleza de la música tradicional, a las nuevas genraciones. De hecho, Altan siempre he creído que la música tradicional irlandesa es una música moderna en todos los sentidos y su creciente influencia y popularidad le han dado la razón.
La música y la diversión en las reuniones llevadas a cabo en pubs de Donegal forjaron la banda, lugares donde se oía música en un ambiente de respeto e intimidad – es en esos lugares donde se encuentra el corazón de la banda.
El núcleo real de la banda es la música y la personalidad de los fundadores de Altan. El flautista de Belfast, Frankie Kennedy y la cantante y violinista, Mairéad Ní Mhaonaigh. Tan pronto como alguien los descubría tocando, ya sea en una sesión de un ruidoso y enrome festival, o en los pequeños clubes tradicionales de Dublín y Belfast, percibía que había un extraño poder de atracción en sus actuaciones. Parecían estar tocando su propio repertorio, de hecho, era una combinación de la vieja música de Donegal (entonces poco conocida fuera de Donegal) y de inusuales melodías de flauta norteña, era difícil creer que sólo había dos personas que tocando, ya que combinaba el inmenso ingenio de Frankie y la alegría, belleza y encanto de Mairéad.
Poco a poco, el dúo creció orgánicamente en una banda a mediados de los años ochenta, forjada en el bullicio y el crack de mil sesiones nocturnas y festivales en toda Irlanda – nació Altan (el nombre fue tomado de un lago profundo y misterioso detrás Errigal Mountain en Donegal) un sello totalmente único, aunque se inspiraron en las grandes bandas irlandesas como Bothy Band, Planxty and De Danann.
El compromiso de Altan por la diversión era sólo superado por su compromiso de destacar en todos los campos musicales, por este motivo, los miembros de Altan eran de primera categoría. Altan ha sido siempre una banda virtuosa. El primero es Ciarán Curran de Co. Fermanagh, interprete con el bouzouki. Al igual que todos los acompañantes de la época, Ciarán había inventado su propio estilo con el instrumento, y su forma de tocar es la identidad del sonido Altan.
Con la entrada del guitarrista Mark Kelly a mediados de los años ochenta Altan verdaderamente se convirtió en una banda. Aunque todos los miembros de la banda han tenido siempre un profundo conocimiento y amor por otras músicas, Mark, más que los otros, había tocado otros estilos, y desde el principio mostró un don para llevar con buen gusto ritmos frescos y arreglos de la banda.
Pero fueron sus actuaciones en los años ’84 – ’85 lo que marcaron un punto de inflexión para Frankie y Mairéad, animándoles a abandonar sus puestos de trabajo y aventurarse a la vida de músicos profesionales. Especialmente influyentes fueron los viajes a los Estados Unidos en los años en que actuaron en Nueva York, Minnesota, Madison, Portland y Seattle con el guitarrista, Dáithí Sproule, residente de Minnesota. Dáithí había jugado un papel importante en el desarrollo de la música, siendo uno de los primeros en adaptar la guitarra para canciones gaélicas. Estos conciertos en Estados Unidos, tocando en clubes y en ocasiones en los ruidosos pubs irlandeses, donde la gente estaba esperando un tipo muy diferente de música.
En los años siguientes, la banda grabó álbumes para el sello Green Linnet, los cuales cosecharon numerosos elogios y premios, apareciendo en las listas de Billboard – sus colaboradores en estos álbumes eran de la más alta calidad, como: Donál Lunny, Brian Masterson y Steve Cooney. Hace varios años, otro amigo de la banda tocó con en Altan, el maestro violinista, Paul O’Shaughnessey, un violinista deslumbrante con un profundo conocimiento de la música de Donegal. Pero Paul tuvo que abandonar la banda debido a la presión del trabajo, su lugar fue ocupado por otro gran violinista, Ciaran Tourish, un violinsita con un amor especial por la armonía y el contrapunto.
El acordeón de Dermot Byrne, otro hombre de Donegal, fue añadido a Altan. Un virtuoso que también posee el don de combinar su instrumento perfectamente con otros músicos, por lo que Altan conseguiría una unidad de ejecución más fuerte.
Lamentablemente, a principio de los años noventa Altan recibió por un golpe devastador, cuando el líder de la banda y director, Frankie Kennedy, brillante e innovador flautista fue diagnosticado de cáncer. A pesar de su larga enfermedad, la banda, ante la insistencia de Frankie, continuó viajando y actuando con la participación de Frankie siempre que era posible.
El éxito internacional de Altan encuentra reconocimiento firmaron en 1996 con Virgin Records, la primera banda irlandesa de su género en ser contratado por un sello tan importante. La banda ganó discos de oro y platino en Irlanda y recorrió grande lugares de todo el mundo, con giras por Japón, Australia, Nueva Zelanda, Europa, así como exitosas giras regulares por Estados Unidos.
A pesar de una agitada agenda de conciertos y de grabación, Altan siguen frescos en su visión de llevar la belleza y la alegría de la música tradicional irlandesa a todos los rincones del mundo.
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