Michael Brant DeMaria
2012
72 minutos
Una inesperada y perfecta combinación de flauta nativa americana, piano, whistle, arpa y sintetizadores, que recrean el escenario místico y misterioso del círculo megalítico de Stonehenge del condado de Whiltshire. Del tres veces nominado a los premios Grammy, Michael Brant DeMaria, The Maiden of Stonehenge es un viaje mágico hacia civilizaciones pasadas, donde la magnificencia de sus construcciones son descritas por una sublime música capaz de trasladarnos al pasado, despertando el deseo de descubrir la verdad y el sentido de aquellas misteriosas piedras.
“Lost Village” es un comienzo apacible y reservado para el álbum. La mezcla de un canto penetrante de coro como acompañamiento, una guitarra que marca acordes rotos y la flauta de Michael son los únicos instrumentos que se necesitan para transportar al oyente a un lugar enigmático.
Manteniendo, prácticamente, la misma producción que la pieza anterior, Michael cambia los coros por sintetizadores, dejando el mismo lamento de guitarra y de flauta. Una pieza que nos mantiene sumergidos en el mismo mundo, pero esta vez, con un tono más amable y menos misterioso.
Por primera vez, la adición de sonidos ambientales como el canto de pájaros y el correr del agua hacen aparición, elementos con un fuerte poder de relajación. En contraposición con las piezas escuchadas anteriormente, es el arpa quien nos aplaca con su sonido cristalino y brillante, mientras la flauta suena de fondo. Una de mis piezas preferidas.
La voz más celta y hermosa del álbum, corre a cargo de Maggie Crain, quien ofrece su peculiar y bello instrumento a la música de DeMaria. “Chantress” es una de las mejores composiciones que encontramos en The Maiden of Stonehenge, donde la música celta hace realmente aparición en este álbum. Un pieza hipnótica, hermosa, un conjunto de voces que nos elevará.
Como una canción de cuna, “Moonlight Myst” es una cálida y agradable composición, donde por primera vez, el piano hace aparición y es el instrumento estrella. Campanillas, piano, flauta y synth pad son los complementos perfectos para apaciguar nuestros nervios e invitarnos a un descanso.
Más incertidumbre e incógnitas en The Maiden of Stonehenge. “Trowie Mor” está compuesta para mantener al oyente en un profundo trance, donde la flauta y el penetrante sintetizador como fondo, consiguen doblegar a los sentidos.
Una de las piezas más rítmicas del álbum es “Web of the Wyrd” donde una percusión étnica, flauta y cantos más bien suspirados, dan vida a una música rápida, como si de una oración a los Dioses se tratase. Una composición que marca la diferencia en The Maiden of Stonehenge.
Dos de las mejores composiciones del álbum son “Glasfar” y “Natura”, unas músicas perfectas para el desarrollo de ejercicios de meditación, relajación o simplemente, alcanzar la inspiración. Ambas se componen de sintetizadores sutiles, el canto rumoroso de Michael y el sonido ambiental como acompañamiento. Es un verdadero placer dejarse llevar por estas melodías.
“Spring of Solace”. El sonido de la primera junto a sintetizadores cristalinos dan vida a una música pacífica, muy electrónica en comparación con los tracks anteriores, pero colmado de una paz sublime. Me gusta esta pieza!.
Se crea un punto de inflexión en The Maiden of Stonehenge, donde Michael cambia su flauta por los teclados y piano como instrumentos predominantes, así es el caso de “Healing Heart”, algo diferente en cuanto a producción, pero conservando la misma emoción.
“Anam Cara” parece extraída de los álbumes de la saga Solitudes. Michael nos ofrece unos instantes en los que un piano brillante y relajante se une al canto de los pájaros, a la naturaleza. Unos minutos de armonía, donde la música es de un gran alcance para el oyente.
Como final para el CD, “Stonehenge”, la pieza más interesante del álbum. Entre sintetizadores profundos, sonidos brillantes, arpa y más, Maggie Crain realiza un canto sorprendente, en algunos casos, sobrecogedor, pero sin duda, es una de las composiciones más bellas de The Maiden of Stonehenge.
Atrapa el tiempo y detenlo, esto mismo consigue The Maiden of Stonehenge, el último trabajo del compositor Michael Brant DeMaria. Michael tiene el don de jugar con las emociones, de conseguir que su música no pase inadvertida. Apoyándose en instrumentos étnicos y diferentes sintetizadores, DeMaria nos ofrece más de una hora de abstracción, de fantasía, de relajación. The Maiden of Stonehenge es un álbum perfecto para aliviar nuestro estrés mientras visualizamos lo que pudo ser el origen de Stonehnege. Muy recomendable!.
reviewsnewage.com
09/03/13