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El último trabajo en solitario del guitarrista Wall Matthews nos muestra la música perfecta para escaparnos del mundanal ruido y aislarnos en nuestro propio mundo. The Dreaming Light se compone de once tracks donde intervienen el propio Matthews con su guitarra, David Stambler (saxo), David Shumway (chelo), Bruno Nasta (violín) y Alice Young (viola). La característica principal del álbum es la cesión del protagonismo por parte de Matthews a los colaboradores, manteniéndose su guitarra al margen de melodías principales, siendo el instrumento que acompaña de fondo con arpegios, acordes o punteos. The Dreaming Light cuida la linealidad melódica y sonora en todo momento, creando así una fusión entre las diferentes pistas; no existen cambios bruscos de ritmos o tempos, siempre lo mismo, siendo de agrado escuchar el conjunto de cuerdas que lo acompañan.
Como prólogo del álbum, “The Garden Gate”, una pieza interpretada por guitarras. Entre rápidos arpegios se distinguen diferentes punteos. Poco más de un minuto de incesante toque magistral.
La segunda pieza es la calma tras “The Garden Gate”. La belleza del track se encuentra en el diálogo que establece guitarra y conjunto de cuerdas. La paz se rompe con un nuevo y rápido arpegio de guitarra. El violín, el saxo y la viola marcan la diferencia en esta composición.
“Rheotaxis”. Una guitarra diferente en cuanto a melodía. Entre armónicos y punteos, el saxo con su penetrante sonido capta toda la atención, mientras la guitarra continúa con su particular música. El sólo de saxofón, segundos antes de la conclusión de la pieza, es encantador.
Ligeramente con un tono más preocupado y melancólico, “Silver Stars in a Black Sky”; podría ser el single del álbum perfectamente. Por primera vez en este trabajo una melodía cautivadora. Violín, viola y saxo entonan una música bellísima, mientras la guitarra de Matthews continúa con sus arpegios de acompañamiento. Fascinante esta pieza!.
Una de las composiciones más extensas del álbum es “Nympheas”. Se presenta con un punteo de guitarra, al que también acompaña la guitarra de Rich Isaac. El misterio que desprenden ambas guitarras se ve fuertemente acrecentado por el sonido del saxo. La mezcla de sonidos de los diferentes instrumentos es perfecta, y por primera vez la guitarra realiza algo diferente. Me gusta!.
Otra de mis preferidas es “The Indian Lotus”. Nuevamente, arpegios y armónicos para acompañar a un casi inapreciable conjunto de cuerdas. Esta vez, Matthews se sale con su guitarra; a diferencia de los anteriores tracks, la guitarra es la estrella en todo momento, interpretando la melodía en solitario. La composición más hermosa de todo el álbum. Fascinante.
Después de escuchar los dos anteriores temas, se aprecia un cambio radical, un punto de inflexión donde Matthews le da un respiro a su guitarra, creando melodías que sirven de fondo para los demás instrumentos. Así ocurre también en “Millbrook”, la composición más extensa del álbum y la más rica en cuanto a composición. Interesante obra, donde los músicos colaboradores realizan virguerías con sus instrumentos. Sin duda, otra de mis preferidas en The Dreaming Light.
El track que da título a este trabajo es suave, repitiendo la guitarra como protagonista, Wall realiza un arpegio donde surgen por sorpresa punteos y armónicos, esta vez en solitario; no es necesario más instrumentos, la calidad del track deja evidencias de la pericia del guitarrista. Una guitarra muy completa.
“Fountains”. Regresa el toque rápido de guitarra. La guitarra cubre las cuerdas, las únicas que entonan la melodía principal, algo que no gusta demasiado, más aún si la guitarra no realiza cambio alguno en su sonido.
Otra de las grandes del álbum es “The Passing of Days” una pieza más calmada, suave. Aunque Matthews continúa con arpegios, en esta ocasión es más delicado, acompañando a las cuerdas y al saxo que interpretan una música lenitiva, pesada, un sonido que invita a la reflexión.
La última composición en The Dreaming Light es “Asleep Among the Stones and Moss”. En esta ocasión, el juego que realiza el saxo y la guitarra es brillante, dejando el resto a las cuerdas, que suenan de fondo con una melodía enigmática. La paz que aporta esta música es espectacular!.
The Dreaming Light es una forma diferente de escuchar la guitarra fingerstyle. Wall Matthews interpreta junto a su trío de cuerdas y saxo una música relajante, interesante, donde violín, viola, chelo y saxo soprano conjugan a la perfección las diferentes melodías de Matthews. La linealidad del álbum, junto a la dulzura de los instrumentos lo hace perfecto para la relajación y la introspección. The Dreaming Light es la herramienta perfecta para la evasión.
reviewsnewage.com
04/07/12