John Otott
2011
25.5 minutos
Breve pero electrizante, así es el último trabajo del multi-instrumentista, compositor y excepcional pianista estadounidense John Otott, una combinación de maestría y belleza compositiva, donde el piano se une a conjuntos de cuerdas y sintetizadores que enaltecen las melodías. Flying Machines se compone de ocho piezas en donde no existe la tristeza; de luz, optimismo y esperanza están llenas sus increíbles manos, unas manos que consiguen encontrar en todo momento su lugar para hacer vibrar al público. Sólo veinticinco minutos de deleite se hacen efímeros para los sentidos.
La primera composición de Flying Machines es «Falling Softly», un tema de notas rápidas, juguetonas y con gran encanto. La pieza es suave y tierna, aunque en su cenit, esta se torna apasionada; debe ser un tema divertido de tocar!. Otott ha dado vida a una de las piezas destacables de Flying Machines.
«Emerald Bay» es fascinante!. Con dos fragmentos muy diferenciados, la primera parte es un piano formal, relajado, y alcanzado el minuto y medio, Otott le ofrece vida y color a la melodía, respirando una asombrosa fuerza y pasión. Sin duda, una de las melodías más bellas.
Con «Reflection» aparece la esperanza. Nuevamente, el pianista interpreta una pieza rápida y de melodía pegadiza, una música alentadora. Intentar imaginar las manos de Otott volar sobre el piano es alucinante!.
«One Minute Fairy Tale», el título lo dice todo. Poco más de un minuto de apacible y conmovedora pieza escrita para piano. La composición es muy hermosa, pero demasiado corta. Pasa desapercibida y su brevedad es su condena.
«September’s Promise» podría ser la continuación de «One Minute Fairy Tale», ya que su carácter es similar. Otott sabe como captar la atención del oyente; con un comienzo frágil y lento, intercala un cenit emocionante y «September’s Promise» no es una excepción. La música en su estribillo cambia por completo, mostrando un fuerte sentimiento de arrojo.
«Let It Rain» es la pieza más contundente y fría de todo el álbum. En esta ocasión, Otott se aparta del estilo alegre y soñador que ofrece el álbum, dejando ver una pieza ligeramente oscura.
He aquí la obra maestra de Flying Machines, «Remembrance». Con un comienzo enternecedor, quién podría imaginar la fuerza que más tarde podría mostrar esta tranquila pieza. Notas altas y arpegio de acordes son la entrada de uno de los temas más emocionantes del CD. De nuevo, las manos del Maestro Otott recorren el piano interpretando una música bellísima que se acompaña de un conjunto de cuerdas. Un piano sublime!.
Plácida «Serendipity». La última pieza de este EP es una de esas composiciones que muestran un cariño indescriptible. Las serenas y quebradizas notas ofrecen una melodía que viaja entre el amor y la pasión. Un final que acaricia los sentidos y otra de mis preferidas!.
Flying Machines es un álbum extraordinario, las composiciones son extremadamente buenas. John Otott tiene un don, sus magníficas manos y su destreza y calidad para imaginar una música vibrante forman el tandem perfecto. La fuerza y las emociones que despierta este álbum son únicas. El oyente quedará hechizado por este álbum, donde la calidad reluce en todo los sentidos, eso sí, echará de menos veinte minutos más de prodigioso piano. Flying Machines es un álbum muy recomendable y está disponible en:
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07/09/11