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Hablar de música clásica es rememorar a los grandes compositores de este género: Mozart, Bach, Beethoven, Pachelbel, Brahms… Un largo etcétera que a día de hoy, aún siguen acompañándonos cuando es necesario disfrutar de la música con mayúsculas. Gracias a Parma Recordings y a su filial Navona Records, descubrimos a compositores de hoy que han ingresado en este selecto género. 2011 es el año elegido por este sello para lanzar un álbum único bajo el nombre Light And Shadow, donde compositores contemporáneos de diferentes países dejan en manos de renombrados directores y orquestas sus notaciones musicales originales; orquestas como la Filarmónica de Rusia o Filarmónica de Moravia descubren por primera vez para el oyente y para el propio compositor, una música nueva de género clásico de lo más sorprendente, de lo más interesante y especialmente, de lo más extraordinaria. Aunque las obras que contiene son lo destacable en Light And Shadow, otro atractivo de esta joya es el formato en el que se presenta; el álbum es también un CD interactivo que reproducido en cualquier PC muestra un sinfín de información sobre las obras, los artistas y la propia compañía. Como ven, asombroso hasta el último detalle.
Para abrir Light And Shadow, la compositora norteamericana Rain Worthington cede su obra «Tracing A Dream» a la Orquesta Filarmónica de Rusia, dirigida por el director y chelista Ovidiu Marinescu. Una estremecedora pieza de más de ocho minutos, donde las cuerdas y los diferentes instrumentos de viento interpretan una música sobrecogedora en algunos fragmentos y misteriosa en otros, manteniendo alerta al oyente en todo momento.
Rebecca Oswald. Esta chica no dejará de sorprenderme. Oswald aporta dos piezas en Light And Shadow; «Finding The Murray River» y «Sleep, Child»; la primera, una de las mejores obras de este álbum. El director Vit Micka dirige a la Orquesta Filarmónica de Moravia en ambas sinfonías. La riqueza de «Finding The Murray River» radica en la facilidad de Oswald en ofrecer en una misma pieza diferentes emociones; desde un tétrico baile de notas y acordes, pasando a un delicado y entrañable momento a golpe de sutiles vientos. Sin duda, la pieza a destacar en Light And Shadow. Potencia y emoción se unen con un toque de música de cine.
Nuevamente en «Sleep, Child» hay un cambio de sensaciones, la belleza que envuelve a las composiciones de Rebecca. Con una música seria, de melodía preocupada en su comienzo, las cuerdas presentan la pieza con dolor y abatimiento dentro de un tempo danzante. Con suavidad, las cuerdas, protagonistas en todo momento, crean pizzicatos de fondo que acompañan a una melodía que se ha tornado fresca, cariñosa y optimista.
«Boundaries»; una obra de la compositora Adrienne Albert que es interpretada por la Orquesta Filarmónica de Moravia y dirigida nuevamente por Vit Micka. Esta pieza es lineal en su música, siendo realmente destacable el pegadizo estribillo que realizan con brío varios violines junto a los chelos. Prácticamente no se aprecian los vientos, pero el juego y coordinación establecidos entre los diferentes instrumentos de cuerda son fascinantes.
«Interiors» es otra de las sinfonías de Adrienne Albert y otra de mis favoritas. El comienzo es una majestuosa entrada de violines que abren el camino al resto de cuerdas que interpretan una melodía diferente, pero que conecta perfectamente con la música principal. En su duración media, la obra toma un sentimiento distinto, de hecho diría que acertado; apasionada, delicada y con un ligero toque de emoción.
De nuevo, Vit Micka dirige a la Orquesta Filarmónica de Moravia, pero esta vez para una composición de Tad Russo, «Family Voices». Un solo de violín de lo más triste abre la obra, una de las más abatidas de todo el álbum. Sólo se distinguen cuerdas entre las tristes melodías que surgen de los instrumentos. Soledad y perdida son las emociones que penetran con fuerza en el oyente.
Otra de las composiciones encantadoras de Light And Shadow es «Tonisadie», escrita por el profesor y compositor Russ Lombardi, dirigida por Vit Micka e interpretada por la Orquesta Filarmónica de Pilsen. «Tonisadie» es una de las piezas más completas, surgen sonidos nuevos, percusiones poderosas, vientos y cuerdas. Lombardi ofrece protagonismo a interesantes instrumentos que durante periodos muy cortos, tienen su minuto de gloria y son de lo más eficaces, quedando el oyente prendado de la música. Otra de las grandes obras de este álbum!.
Como salida de la Gran Pantalla, el compositor norteamericano Daniel Perttu nos presenta «Light And Shadow in the Yosemite Valley», pieza interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Universidad del Estado de Ohio y dirigida por el Maestro Marshall Haddock. Esta obra es poseedora de una fantástica música, una obra maestra que parece estar inspirada en thriller cinematográfico. Mezclando misterio, acción y emoción durante los ocho minutos y medio de duración de la misma, la obra recorre con su melodía todos los sentimientos que el oyente puede apreciar. Increíblemente asombrosa!.
Light And Shadow no tiene calificativos, cada buena palabra que se aprecie queda lejos de lo que realmente puede llegar a ser este álbum. Combinación entre talento extremo y belleza melódica pueden definir a Light And Shadow, dejando patente que la música clásica sigue evolucionando, presentando cada día a nuevos compositores que seguro, quedarán para la posteridad. Light And Shadow es un álbum muy altamente recomendable que permanecerá en los favoritos de cualquier amante de la música, siendo un álbum que vale la pena tener en nuestras manos. Escuchen y juzguen ustedes mismos!. Disponible en:
reviewsnewage.com
08/06/11