Reviews New Age entrevista en exclusiva a Mike Oldfield.
Es viernes, diez de la mañana en las Bahamas, tres de la tarde en España. En esta ocasión nuestro entrevistado no necesita presentación. Suena el teléfono y comienza nuestro diálogo con el genio de Reading. Tras los correspondientes saludos iniciales y conscientes del verdadero honor y del enorme privilegio que supone entrevistarle, resulta obligada nuestra enhorabuena por Man on the Rocks, su vigésimo-quinto disco de estudio, haciendo mención especial a la cuidada presentación que luce su edición limitada Super Deluxe.
Grabado en las Bahamas, sus once temas cuentan con la participación de músicos como Leland Sklar (bajista de Phil Collins, Crosby, Stills & Nash, James Taylor…) y John Robinson (batería de Michael Jackson, Eric Clapton o Daft Punk entre otros). Cierra el elenco Luke Spiller, vocalista de The Struts. Un joven, talentoso y prometedor cantante al que tendremos el gusto de entrevistar en próximas fechas. Hacia él se orienta nuestra primera pregunta.
Tal y como nos transmitía Julián Ruiz a mediados de Febrero, Mike conoció a Luke a través de su compañía discográfica. – Tiene una buena voz, es capaz de cantar todas las canciones realmente bien. Al escucharle por primera vez, vi que tenía un rango vocal con todas las notas que yo necesitaba, podía alcanzar las más altas – nos cuenta.
En el bonus disc de la edición limitada que mencionábamos anteriormente, podemos escuchar a Mike cantando todas y cada una de las composiciones del álbum. En realidad se trata de la maqueta que envió al productor Steve Lipson (ganador de varios premios Grammy y nominado en innumerables ocasiones). Verdaderamente fue una sorpresa volver a escuchar todas las composiciones con la voz del propio Oldfield, después de tanto tiempo. Conscientes del enorme esfuerzo que le supuso en su día grabar vocalmente Heaven’s Open, le preguntamos si en esta ocasión volvió a tratarse de un proceso complicado. Su respuesta es parcialmente la esperada:
– No. Me gusta cantar, es sólo que no tengo la voz más apropiada. Prefiero utilizar sus voces, pero me gusta mucho cantar. Intento siempre dar lo mejor de mí mismo, pero hay gente con más talento y mejor voz que la mía. Siempre intento dar lo mejor de mí mismo, pero no puedo cantar tan bien como me gustaría – nos confiesa.
– Después de vivir en varios países, pareces realmente feliz en las Bahamas. ¿Cómo es tu vida actualmente?
– Hay emociones negativas que rodean mi situación personal desde de mi divorcio. Por eso, no es el tipo de felicidad «El sol brilla, feliz, feliz» – tararea -. Man on the Rocks es un álbum muy fuerte, un álbum emocional, pero que tiene lugar en este bello emplazamiento, donde hace sol y calor. Adoro estar cerca del mar.
– ¿Hay algo que eches de menos? – le preguntamos en relación a su experiencia en otros países.
– Quizá la Guinness o la cerveza helada -, se ríe bromeando.
Nos encantaría conocer más datos acerca de futuros proyectos. Dejando a un lado las más que evidentes revisiones de todo su catálogo (Crises fue la última publicada), intentamos sonsacarle si algún día verá la cuarta parte de su ópera prima.
– No sé si quizá al sugerir Tubular Bells IV todos los fans estallarán «¡No lo hagas!, ¡no lo hagas! rubbish!, bullshit!» [dejamos a la interpretación del lector la traducción de estas últimas palabras], ¡me matarán si saco el Tubular Bells IV! – contesta riéndose ampliamente y provocando en nosotros una más que sonora carcajada.
Retomando en la medida de lo posible nuestra seriedad, le preguntamos si, en términos generales, considera que actualmente la composición musical es más sencilla que hace 30 años.
– En realidad es la misma, porque siempre es difícil comenzar a componer algo nuevo. Debes aguardar a que llegue la inspiración, si no tienes inspiración no puedes trabajar. En ocasiones hay que esperar dos o tres años a que aparezca una idea realmente buena para poder hacer algo – nos indica -. Bueno, después de 25 álbumes, musicalmente uno siente como si hubiera hecho todo lo que le gustaría hacer. Por eso nunca estoy seguro de qué va a ser lo siguiente que haga, en el caso de que haga algo – concluye.
Sin lugar a dudas, las remasterizaciones de su catálogo son fabulosas, pero a sus seguidores aún nos queda el hecho de que no se estén editando rarezas de colección como «Don Alfonso» o «Froggy-went-a-courting«. ¿Por qué no realizar una compilación con todas esas grabaciones, caras B, colaboraciones con otros artistas…?
– En las próximas semanas bajaremos a la bodega en Londres, por lo que encontraré todas esas viejas cintas de Warner, ya sabes, los ocho álbums que hice para Warner Music, comenzando con Tubular Bells II. Pero necesito encontrar primero las multipistas, después haré también algunas revisiones de todo eso – responde desviando en cierta modo la cuestión inicial.
Así, y al hilo de la pregunta previa, le sugerimos hablar sobre Amarok (que significa «Mañana» en gaélico). Mike rechazó llamarlo Tubular Bells II, tal y como Virgin quería. Como resultado, la compañía rehusó promocionarlo de la forma adecuada, por lo que el disco no se vendió demasiado bien. Pese a todo, Amarok siempre será uno de sus mejores álbumes. Por todo lo anterior, nos cuestionamos si está deseando revisar ese trabajo, para darle la importancia que verdaderamente merece.
– Sí, estoy deseando recibir concretamente esas multipistas. Debería tenerlas en las próximas semanas, por lo que finalmente comenzaré lo que soñaba hacer con Amarok – nos explica -, También haré lo propio con el resto de álbumes publicados entre Crises y Amarok. En realidad, ese es el próximo proyecto – señala.
Aprovechando su respuesta, incidimos en un hecho que en su día llamó la atención de todos aquellos que leyeron su autobiografía, Changeling, publicada en 2007, antes del lanzamiento de Music of the Spheres, de las revisiones de su archivo, de su nuevo disco… El libro, de 253 páginas, tan solo dedica 11 páginas al periodo comprendido entre 1990 y 2006 (eso engloba 9 trabajos, debiendo tener en cuenta además que los últimos a los que hace alusión no contemplan una explicación detallada). – ¿Tienes pensado publicar una nueva autobiografía? – le preguntamos.
– Puedo explicar eso – comienza-, necesito ver como explicarlo – continúa -. El libro iba a constar de dos mitades, teniendo una segunda parte, por lo que yo quería parar entre 1978 y 1979 aproximadamente. Pero los editores concluyeron que esa segunda parte finalmente no se haría, requiriéndome que escribiera apresuradamente sobre todos esos años que me faltaban por completar – nos aclara -. Realmente fue un error, creo que ellos no debieron pararlo y que yo debería haber escrito mucho más acerca de ese periodo. Los editores tenían sus razones y no pudieron llegar a publicar todo. En cualquier caso, soy afortunado de poder contar con ellos – nos detalla, mencionando la posibilidad de corregir ese desacierto -. Ya he contactado con los editores y quizá me ayuden a escribir todo eso. Por tanto lo completaremos con algunos detalles en una versión actualizada de Changeling que verá la luz en un par de años. ¡Habrá una nueva versión!– sentencia, dejándonos el agradable sabor de la noticia que estábamos esperando oír.
– La música nunca muere. ¿Cómo te gustaría que te recordaran las futuras generaciones?- le preguntamos cambiando el rumbo de nuestro diálogo.
– Quiero que la escuchen y disfruten, eso es todo. Probablemente eso es lo único que deseo, que disfruten con mi música y que les transporte a otro mundo-, subraya con cierta humildad.
La siguientes preguntas eran marca de la casa. Primero le invitamos a soñar por un instante. – Mike, si pudieras enviar un mensaje a tu «yo» del pasado, ¿cuál sería? – Se queda callado y tras unos segundos meditando su respuesta nos dice:
– Me gustaría enviar tantos mensajes… cosas que no hacer, cosas que debo evitar, oportunidades que no debo dejar pasar… Ya sabes, es un sueño poder retrasar el reloj y corregir todos los errores. En conjunto, hice una hermosa tarea con mi vida, sabes, no llevo la cuenta de demasiados errores, solo de unos pocos. No tengo muchos arrepentimientos, en absoluto – confiesa con decisión.
– Si tuvieras que escoger tres canciones que dieran forma a la banda sonora de tu vida, ¿cuáles serían? – preguntamos, al tiempo que añadimos que somos conscientes de que quizá le estemos poniendo en un aprieto.
– No puedo preguntarme eso. Creo que existen quizá unos 350 o 400 temas y todos tienen algo… probablemente no podría escoger. Odio todas esas estúpidas canciones como… – y vacila al tiempo que vuelve a reír abiertamente.
Al hablar entonces sobre sus colaboraciones, nos cuestionamos si alguna vez pensó en compartir escenarios con otros artistas de talla mundial como Jean Michel Jarre, Yanni, Vangelis…
– Sí, estuvimos intentando realizar algo juntos, pero ellos no estaban interesados – nos indica sin querer concretar nada sobre ningún compositor.
En ese momento, le planteamos otra cuestión que también era obligada. – Aunque no te gusta viajar, tus seguidores sueñan con un nuevo concierto, aunque sea uno solo, de despedida. ¿Has llegado a pensar en realizar un concierto desde las Bahamas, retransmitido en directo al resto del mundo? Sería un modo perfecto de celebrar que has superado tus miedos y problemas en toda una vida dedicado a la música.
– Sí, he pensado en eso, quiero decir, podría incluso hacer algo… hacer una retransmisión en directo vía web. Pienso en una guitarra… podría hacerlo… y quizá lo haga algún día. Necesito tiempo, por ahora tengo otro tipo de problemas que ocupan ese tiempo en este momento – concluye, indicándonos en relación a su divorcio que aún tiene que regresar a los juzgados, a lo que suma otros asuntos adicionales.
Mientras llega ese día, le pedimos a Oldfield que por favor envíe un mensaje a todos los seguidores de Reviews New Age. Responde riéndose ante el nuevo aprieto. – ¿Qué puedo decir? – reflexiona -. Estoy muy contento de que os guste mi música. Espero que os lleve a un mundo diferente, que disfrutéis con ella, que os inspire… Creo que hice casi lo suficiente por una última vez, pero quizá si me enviáis un poco de inspiración, haré aún un poco más de música – sugiere a sus fans.
Solo nos restaba despedirnos de él. En su autobiografía manifestaba que aún guarda un sentimiento de culpa, por no haber sido capaz de ser el portavoz, la cabeza visible de una música real, interesante y progresiva, porque simplemente no era lo suficientemente fuerte para hacerlo. En este sentido, mencionaba sentirse realmente arrepentido de no haber tenido esa confianza en aquellos días. Sin embargo, los que amamos su obra sabemos que su música forma parte de las vidas de miles de personas y siempre seguirá viva en ellos.
Nos despedimos agradeciéndole que en su día superara, de una u otra forma, sus problemas y temores. Creemos firmemente que el mundo de la música no sería lo mismo sin Mike Oldfield.
– Todo eso que dices es realmente fabuloso, precioso. Estoy muy agradecido de que me digas eso – finaliza.